Tome el siguiente
"quiz" [prueba rápida] para ver cuánto entiende usted realmente del
diezmo. Predecimos que muchos de ustedes quedarán sorprendidos. Tome nota de
sus respuestas.
1.
El Señor
Jesucristo habría diezmado. ¿Cierto o falso?
2.
Simón
Pedro, originalmente un pescador, habría diezmado los peces que pescaba. ¿Cierto o falso?
3.
Todos los
que en el Nuevo Testamento procuraban obedecer la Ley de Moisés habrían
diezmado. ¿Cierto o falso?
4.
Abraham
entregó diezmos a Melquisedec de la misma manera en que los creyentes entregan
diezmos al Señor Jesucristo. ¿Cierto o falso?
5.
El
Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos que debían diezmar. ¿Cierto o falso?
6.
En la
Biblia hay muchos ejemplos de personas que diezmaban sus ingresos. ¿Cierto o falso?
7.
El Nuevo
Testamento enseña que debemos entregar diezmos a los ministros del mismo modo
que los judíos entregaban diezmos a los sacerdotes. ¿Cierto
o falso?
8.
La Biblia
enseña que la norma de Dios para dar es el diez por ciento. ¿Cierto o falso?
9.
En el
Antiguo Testamento, los justos pobres diezmaban. ¿Cierto
o falso?
10. Puesto que
todo el mundo está sujeto a la misma norma, es justo que todo el mundo diezme. ¿Cierto o falso?
Pregunta de regalo: La
Biblia enseña que todo el mundo debe entregar el diez por ciento de sus
ingresos continuadamente. ¿Cierto o falso?
He aquí las respuestas:
1.
El Señor Jesucristo habría diezmado sus ingresos. Esta es falsa. El Señor Jesucristo era
carpintero de profesión, y luego, al cumplir los 30 años, fue predicador y
maestro. La Ley de Moisés no requería que ninguna de estas profesiones diezmara
nada.
2.
Simón Pedro, originalmente un pescador, habría diezmado los peces que
pescaba. Esta es falsa
también. Los pescadores no tenían que diezmar nada, tampoco. En el antiguo
Israel, sólo había dos clases de profesiones que tenían que diezmar. Los
granjeros y los agricultores (los pastores y los manejadores de ganado) eran
los únicos que diezmaban en el antiguo Israel. Sólo
diezmaban el alimento que producían.
3.
En el Antiguo Testamento, todos los que trataban de obedecer la Ley de
Moisés habrían diezmado. A
estas alturas, debería ser evidente que esta es falsa también. Había muchas
personas de otras profesiones a los que la Ley no les requería que diezmaran.
Por ejemplo, el apóstol Pablo, que fabricaba tiendas, no tenía que diezmar.
4.
Abraham entregó diezmos a Melquisedec de la misma manera en que los
creyentes entregan diezmos al Señor Jesucristo. Esta es falsa también. El diezmo de Abraham
era muy diferente de lo que la iglesia practica hoy. Por ejemplo, Abraham sólo
diezmó una vez. La iglesia diezma continuamente. Abraham diezmó los despojos de
una guerra. La iglesia diezma sus ingresos. Abraham no obtuvo ingresos porque
devolvió el 90 por ciento del botín a su dueño original. La iglesia diezma sus
ingresos. No hay ningún mandamiento, ni ninguna lógica, ni indicación alguna en
el Nuevo Testamento en el sentido de que los creyentes deben diezmar cualquier
cosa al Señor Jesucristo. Los creyentes deben dar generosamente según Dios les
bendice y según propongan en su corazón, según Pablo (2 Corintios 9:7, 1
Corintios 16:1-2).
5.
El Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos que debían diezmar. Falso. Cristo sólo hace tres declaraciones
sobre el diezmo. Ninguna de estas declaraciones dice que sus discípulos debían
diezmar nada. La primera declaración de Cristo, repetida en dos evangelios, se
hizo para los fariseos, no para los discípulos. (Mateo 23:23; Lucas 11:42). En
esa declaración, Cristo dice que los fariseos debían continuar diezmando la
menta, el eneldo, y el comino. Este es un diezmo de alimento, no de dinero.
Cristo también dice que este diezmo de alimento es parte de la Ley, y también
que ni siquiera es parte importante de la Ley. Su otra declaración es sobre un
fariseo santurrón que se vanagloriaba de diezmar. Cristo dice que el otro
hombre que no diezmaba, pero que se humillaba, fue justificado a la vista de
Dios. El santurrón diezmador no fue justificado a la vista de Dios. Esto es
difícilmente un estímulo para que los discípulos de Cristo diezmen dinero.
6.
En la Biblia, hay muchos ejemplos de personas que diezmaron sus
ingresos. Falso. En 4000
años de historia bíblica registrada, no hay ni un solo ejemplo de lo que la
iglesia practica en la actualidad sobre diezmar dinero. Hay registrados en la
Biblia dos casos en que se diezmó una sola vez antes de la Ley. Ni Abraham ni
Jacob parecen creer que deberían continuar este proceso más allá de esta sola
vez. Abraham diezmó los despojos de una guerra. No parece que ninguno de los
dos hombres haya enseñado a sus hijos a diezmar. Todos los otros casos de entrega
del diezmo registrados en la Biblia se encuentran en la Ley de Moisés. En la
Ley, nunca no se usaba dinero para diezmar, sólo alimento. En realidad, cuando
alguien quería usar dinero más bien que traer productos a Jerusalén, Dios
requería que se añadiera una multa del 20%. (Levítico
27:30-31). Dios desalentaba el diezmo en dinero.
7.
El Nuevo Testamento enseña que debemos entregar diezmos a los ministros
de la misma manera en que los judíos entregaban diezmos a los sacerdotes. Falso. El Nuevo Testamento no tiene
absolutamente nada que decir acerca de esto. Esto es una lógica extrabíblica
que no se encuentra en el Nuevo Testamento. En realidad, el libro de Hebreos
deja claro que los creyentes no son del orden levítico de los sacerdotes. Los
creyentes son de un orden superior, el de Melquisedec.
8.
La Biblia enseña que la norma de Dios es dar el diez por ciento. Falso. Ni el Antiguo Testamento ni el Nuevo
Testamento enseñan esto. Esto es nuevamente lógica extrabíblica. Primero que
todo, el diezmo en alimento en el Antiguo Testamento no era del diez por
ciento. En realidad era más del 23% anual en promedio. Había tres diezmos en la
Ley de Moisés. El primer diezmo era entregado sólo por las familias agrarias
tres veces al año, durante las fiestas para los sacerdotes en Jerusalén. El
segundo diezmo era guardado por las familias agrarias para sostener estos
viajes. Se llamaba el diezmo del festival. Era para unas vacaciones de la
familia. El tercer diezmo era entregado cada tres años a la bodega local, así
que equivalía aproximadamente al 3% anual. Este era el diezmo de los pobres,
recogido para los necesitados. Este el diezmo del cual escribía Malaquías.
Ninguno de estos diezmos consistía de dinero. Eran sólo en alimento. Los que se
ganaban la vida en otras ocupaciones no diezmaban nada. Sin embargo, entregaban
las ofrendas requeridas por la Ley, algunas de las cuales eran en monedas de
plata, oro, bronce, y cobre. En ninguna parte cambia el Nuevo Testamento esta
obligación legal de algunos agricultores israelitas de diezmar en alimento a
diezmar en dinero para todos los cristianos. Esta transformación del diezmo en
alimento al diezmo en dinero se hace enseñando que nuestra cosecha es nuestro
ingreso, poniéndonos así bajo una forma espiritualizada de la Ley de Moisés.
9.
Los justos pobres diezmaban en el Antiguo Testamento. Falso. Los pobres no tenían ni cosechas ni
rebaños de los cuales diezmar. Podían espigar los rincones de los campos de los
que eran más prósperos.
10.
Puesto que todo el mundo está sujeto a la misma norma, es justo que todo
el mundo diezme. Falso. El diezmo [en dinero] es increíblemente
injusto. El diez por ciento del ingreso de una persona pobre es una gran carga,
mientras que el diez por ciento del ingreso de una persona rica posiblemente no
sea ninguna carga en absoluto. Si una persona sólo tiene un ingreso mensual de
$1000, entonces $100 de ese ingreso afectará el estilo de vida de su familia, y
hasta puede afectar su capacidad para ocuparse de las necesidades básicas de
los niños y pagar las cuentas. Si una persona tiene un ingreso mensual de
$10,000, la entrega de $1,000 al mes debería tener poco efecto en el estilo de
vida de la familia, porque tendrá una buena cantidad ingreso disponible más
allá de sus necesidades básicas. Si una persona tiene un ingreso mensual de
$100,000, entonces $10,000 mensuales no tendrán efecto apreciable en la vida de
la familia en absoluto. Algunos continúan enseñando que los pobres deben
diezmar, argumentando que, al entregar el diez por ciento de su ingreso, los
pobres será bendecidos por Dios. Sin embargo, como este diezmo ocurre bajo una
forma espiritualizada de la Ley, esto estorba la bendición de Dios en las
finanzas. Los pobres simplemente deben obedecer al Señor según él les guía en
el dar.
Pregunta de regalo:
La Biblia enseña que todo el mundo debe dar el diez por ciento de su ingreso
continuadamente. Falso. La práctica moderna de diezmar tiene
cinco elementos básicos expresados como que todo
el mundo da el 10% de ingreso actual. ¿Cómo encajan en realidad con
esta enseñanza los hechos bíblicos sobre el diezmo? Comparemos y contrastemos
la moderna enseñanza del diezmo con la Biblia.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso continuadamente.
Considerando el elemento "todo el mundo". Los dos
incidentes antes de la Ley no apoyan la idea de que todo el mundo debe diezmar.
Sólo Abraham y Jacob en cada situación están diezmando. Génesis no registra que
nadie más diezmase. Abraham y Jacob no parecen enseñar a sus hijos a diezmar.
Uno de los hijos de Jacob, José, es un hombre particularmente justo. En los más
de diez capítulos dedicados a José, no lo encontramos diezmando tampoco. No
todos diezmaban en Génesis antes de la Ley.
En la ley de Moisés, no se le exigía a todo el mundo diezmar ni traer las
primicias. Sólo los que realmente cultivaban alimentos o criaban ovejas o
ganado tenían, por Ley, que diezmar el alimento o entregar las primicias. La
gente en otras ocupaciones no tenían que diezmar, puesto que no tenían cosechas
ni criaban rebaños de los cuales diezmar o traer primicias. No todos los que
vivían bajo la Ley diezmaban alimentos. Nadie bajo la Ley diezmaba dinero en absoluto.
Cristo sólo tiene que decir algunas palabras acerca del diezmo. Cristo no dice
que todo el mundo tiene que diezmar. Dice que los judíos incrédulos que vivían
bajo la Ley tenían que diezmar los alimentos si los cultivaban. Menciona tres
plantas alimenticias. Cristo no se dirige a sus discípulos, sino a los fariseos
incrédulos.
El apóstol Pablo no enseña que todo el mundo está obligado a diezmar, ni
siquiera a dar. Pablo enseña que el dar es completamente voluntario. El primer
concilio apostólico en Hechos 15 no dice que los creyentes gentiles debían
diezmar tampoco. No hay absolutamente ninguna evidencia de que ningún cristano
gentil del siglo primero jamás diezmara nada. He aquí lo que la Enciclopedia
Americana dice sobre la historia del diezmo: "No
se practicaba en la iglesia cristiana primitiva, pero gradualmente se
hizo común (en la iglesia católica romana en Europa occidental) por el siglo
sexto. El concilio de Tours en el 567 y el segundo concilio de Macon en el 585
abogaron por el diezmo. Hecho obligatorio por la Ley civil en el imperio
carolingio en el 765 y en Inglaterra en el siglo décimo ... La Reforma no
abolió el diezmo, y la práctica continuó en la Iglesia Católica Romana y en los
países protestantes ... (hasta que fue) gradualmente reemplazado por otras formas
de impuesto. La Iglesia Católica Romana todavía prescribe el diezmo en países en que
los diezmos son sancionados por la Ley, y algunos cuerpos protestantes
consideran los diezmos obligatorios". La Enciclopedia
Británica señala esto sobre el diezmo: ... Las iglesias
ortodoxas orientales nunca aceptaron la idea de los diezmos, y los miembros
dela iglesia ortodoxa nunca han diezmado".
Todo el mundo da el
10% de sus ingresos. Considerando el elemento "dar". Es verdad que los dos incidentes antes de la
Ley se parecen al dar. Ambos son actos voluntarios. Dios no exige que ninguno
de los dos hombres, ni Abraham ni Jacob, den nada. Aunque, por encima, esto
parece apoyar la enseñanza del diezmo, en realidad contradice algunos aspectos de
la enseñanza del diezmo obligatorio. Mientras que los proponentes del diezmo
enseñan que diezmar es dar, a menudo también enseñan que el diezmo es un
requisito, una obligación. Por supuesto, esta es una contradicción en su
enseñanza. Algo se puede dar solamente si el acto es enteramente voluntario. Si
es un requisito, entonces, en este caso, es una cuota por servicios
espirituales, un impuesto religioso. Si algunos enseñan que un creyente cae
bajo maldición si no diezma, entonces están enseñando el dar pero también un
diezmo obligatorio. Por supuesto, tienen razón en un sentido porque a menudo
espiritualizan la Ley de Moisés para enseñar el diezmo.
En la Ley de Moisés, diezmar nunca era dar. Se parecía mucho más a pagar
impuestos. La Ley de Moisés requería que los granjeros y los agricultores
diezmaran. Éstos no habrían que al diezmar estaban dando. No había nada
voluntario en entregar diezmos. Habrían violado la Ley si no lo hubiesen hecho.
Nuevamente, Cristo tiene muy poco que decir sobre el diezmo. Lo que sí dijo es
que el pueblo judío que vivía bajo la Ley debían diezmar. Cristo enseña mucho
sobre las finanzas y el dar, pero jamás da instrucciones a los discípulos de
que diezmen dinero ni ninguna otra cosa. Cristo no les da instrucciones de que
reciban diezmos, tampoco.
Pablo escribe mucho sobre las finanzas y el dar, pero nunca le dice a nadie que
diezme o reciba diezmos. El primer concilio apostólico en Hechos 15 guarda
silencio sobre el tema de los diezmos, y establece que los gentiles no deben guardar
ningún aspecto de la Ley de Moisés, ni siquiera espiritualizando la Ley. Eso
incluiría no diezmar de nada.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso continuadamente.
Considerando el elemento del "10%". Los dos incidentes
antes de la Ley de Moisés sí parecen apoyar la idea de que debería darse del
diez por ciento de algo. El número diez es el mismo. Sin embargo, los otros
cuatro elementos son significativamente diferentes. Esto hace que el diezmo
practicado por la iglesia sea muy diferente de lo que está ocurriendo en
Génesis. La única similitud es el número del diez por ciento.
Cristo valida efectivamente el número del diez por ciento, pero sólo para los
judíos que vivían bajo la Ley de Moisés. Cristo les dice a los farseos que
deben diezmar el diez por ciento del alimento producido. También les dice que
entregar el diez por ciento no es una cuestión de peso en la Ley. Al decir
esto, Cristo nos dice que el diezmo es una cuestión de la Ley.
El apóstol Pablo advierte repetidamente a los creyentes acerca de la maldición
de la Ley. Los creyentes gentiles no deben tratar de guardar ningún aspecto de
la Ley. Los creyentes no tienen que entregar el diez por ciento en alimento ni
en ninguna otra cosa. Los escritos de los otros apóstoles, Santiago y Pedro, guardan
silencio sobre si los cristianos entregaban el diez por ciento en alimento o en
alguna otra cosa.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso de manera
continuada. Considerando el elemento "continuada". Los
dos ejemplos antes de la Ley de Moisés no revelan la práctica del diezmo
continuado. Ambos parecen fuertes candidatos para actos llevados a cabo una
sola vez. En el caso de Jacob, no sabemos exactamente lo que hizo, pero sí
parece que está prometiendo diezmar una vez si Dios le bendice. Por supuesto, esto
es exactamente opuesto a lo que la iglesia enseña. La iglesia enseña que Dios
nos bendice si diezmamos. Jacob dice que diezmará si Dios le bendice. La
práctica de la iglesia del diezmar repetida y continuadamente simplemente no
puede ser validada por dos actos que se llevaron a cabo una sola vez. Estos
actos no son similares a lo que la iglesia enseña sobre el diezmo.
El único lugar en la Biblia en que se puede encontrar el diezmo continuado y
repetido es en la Ley de Moisés. Los que cultivaban la tierra o practicaban la
agricultura en Israel tenían la obligación de por vida de diezmar los alimentos
que producían. Este diezmo continuado para sostener el ministerio levítico
mosaico a menudo se toma prestado de la Ley y espiritualizado para justificar el
repetido diezmo en dinero para sostener el ministerio cristiano. Esta
justificación no se encuentra en el Nuevo Testamento.
La declaración de Cristo sobre el diezmo revela que el diezmo continuado en
alimento es bajo la Ley. Cristo no
dice nada sobre que sus discípulos practicasen el diezmo continuado de nada.
Aunque los escritos de los apóstoles en el Nuevo Testamento a menudo hablan de
dar generosamente, guardan silencio
sobre el diezmo continuado de todo. El primer concilio apostólico también
guarda silencio acerca del diezmo
continuado de todo, pero libera a los creyentes gentiles de cualquier aspecto
de la observancia de la Ley de Moisés.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso continuadamente.
Considerando el elemento "ingreso". Abraham diezma los
despojos de la guerra, no la totalidad de su ingreso. Abraham diezmó las
pertenencias capturadas a sus enemigos derrotados. Además, Génesis revela que
Abraham ni siquiera se quedó con el noventa por ciento restante. Devolvió esas
posesiones al rey de Sodoma. Ni el ingreso de Abraham, ni sus posesiones, ni
ninguna porción de su riqueza estaba en absoluto incluida en su diezmo. No
tenía ninguna ganancia sobre la cual diezmar. En el caso de Jacob, no sabemos
con exactitud lo que hizo, pues todo lo que Génesis registra es su promesa a
Dios. En otras palabras, en los incidentes antes de la Ley, no hay ningún apoyo
para la idea de que los cristianos deben dar el diez por ciento de sus ingresos
continuados.
Casi todos los que enseñan el diezmo recurren al uso a uso de la Ley y los
profetas que vivían bajo la Ley para enseñarlo. Los que enseñan el diezmo
cristiano basados en la Ley a menudo dejan de revelar que sólo e alimento
producido era diezmado, pero nunca dinero. Sólo los que se ganaban la vida
produciendo alimento diezmaban. Los israelitas que ganaban dinero por otros
medios, como la fabricación de tiendas, la confección de tejidos, la
carpintería, los préstamos, la pesca o muchas otras ocupaciones jamás diezmaban
de sus ingresos, puesto que no se les exigía.
Cristo no cambia el diezmo de alimentos a dinero. Los escritos de los apóstoles
no cambian el diezmo de alimentos a dinero. El concilio apostólico libera a los
creyentes gentiles de toda observancia de la Ley. Ellos ciertamente no cambian
el diezmo en alimentos al diezmo en dinero. El libro de Hebreos sí menciona el
diezmo en alimentos del Antiguo Testamento, pero no da validez al diezmo en
dinero para los creyentes en la actualidad.
Finalmente, debería ser obvio para el lector que esta doctrina ha sido armada
con varios pasajes. Ni un solo pasaje en particular enseña realmente lo que la
iglesia practica hoy día. Se usa la espiritualización de la ley para enseñar el
diezmo. Se usa razonamiento que no se encuentra en la Biblia para justificar el
que los cristians abracen una práctica legalista del Antiguo Testamento. En más
de 4000 años de historia bíblica registrada, no hay un solo ejemplo registrado
de entrega de diezmo que sea similar a lo que la iglesia practica hoy día.
¡Recomendamos que todo cristiano renuncie a esta práctica no bíblica y rechace
cualquier persistente temor, culpa, o condena! Los hijos de Dios no tienen
deudas con su Padre ni devuelven nada que no sea acción de gracias y alabanza.
Su hermano mayor, Jesucristo, ha pagado la deuda entera. Cristo construirá su
iglesia, pero sólo con la verdad. Él no necesita ninguna ayuda de una falsa
doctrina que pone a los hijos de Dios bajo esclavitud al temor y la maldición
de la Ley. ¡Los
hijos son libres!
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