Cuídate del hipócrita porque es el
que más habla de amor, pero con sus hechos lo niegan, el que te dice amar pero
detrás de escena te odia, el que te dice que eres su mejor amigo pero detrás de
tus espaldas le dice al otro que eres su peor enemigo, el que te dice que debes
dar pero se gana el trofeo por ser tacaño, es el que hace todo lo contrario a
lo que sale de su boca y no del corazón. Un hipócrita es un actor, un
pretendiente que podría ser cualquiera desde un familiar hasta tu supuesto
mejor amigo. Es el que quiere honor y atención, como la caja de cigarros que en
ella misma está escrita, “es perjudicial para la salud”. Un hipócrita te dirá
qué hacer, pero no puede seguir su propio consejo, no cumple sus propias leyes
porque tiene dos caras. Los hipócritas son como los cristianos que pueden citar
la Biblia, pero no viven de acuerdo con los principios bíblicos. Hasta el mismo
Cristo demandó a los hipócritas fariseos que solo vivían de la apariencia,
aparentando lo que no eran. Jesús habló mucho en la Biblia acerca de los
hipócritas, advirtiendo a sus oyentes que no hicieran y dijeran cosas solo para
ser vistos por la gente.
Es lamentable ver hoy en día como hay
personas que fingen tener determinadas creencias, actitudes o sentimientos
cuando en realidad no los tienen y aunque este comportamiento parezca
inofensivo debemos de aprender a cuidarnos de ellos porque podemos cometer
errores en la vida por culpa de la hipocresía de muchos.
Lo mejor que podemos hacer es evitar
a los hipócritas, aunque sabemos que todos fallamos en algo y todos podríamos
ser hipócritas, pero inconscientemente. Si una persona te está juzgando y
señalando faltas, es importante que no te sientas culpable. Usted conoce mejor
su situación y las razones de su comportamiento. Mantenga las cosas en perspectiva
para estar libre de estrés.
Ser franco y honesto con compañeros
de trabajo o miembros de la familia acerca de tus sentimientos sobre su
hipocresía asegurará que no te molestarán por un tiempo. Sin embargo, también
puede llevar a herir sentimientos y bloquear las relaciones, por lo que la
calma y la cortesía son muy importantes.
Si un hipócrita te critica, fíjate
sinceramente en lo que está diciendo y si realmente es una buena solución al
problema. Recuerda, no es importante si tiene razón o no, sino que la situación
esté completamente resuelta. Es posible que descubra que sus consejos te
benefician al final, incluso si ellos mismos no los siguen, como les dijo
Cristo a sus oyentes, “hagan todos los que dicen los religiosos fariseos, pero
no hagan como ellos, que no pueden mover con un dedo lo que dicen”.
Acusar directamente a un hipócrita de
no practicar lo que predica es inútil, es como conversar con un borracho, ya
que esas personas tienden a ponerse inmediatamente a la defensiva y tratan de
desviar la atención hacia usted o hacia otra persona. Tu mejor opción sería
utilizar sugerencias sutiles que gradualmente atraerán su atención a lo que
están haciendo, y cuando lo hagan, asegúrate de estar agradecido, sin señalar
sus fallas pasadas.
Una buena manera de descartar a los
hipócritas es escucharlos en silencio y luego compartir tus sentimientos sobre
los absurdos con tus amigos, para desahogarte. Quiero citar un dicho de un gran
maestro llamado Jesús en Mateo 7:5 que dice, “Hipócrita, saca primero el tronco
que tienes en tu ojo y así verás mejor para sacar la pelusa del ojo de tu
hermano.”
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